#BilbaoCeleste: visita la ciudad y San Mamés
Hoy quiero daros a conocer otra de mis aficiones, que ya os comenté en la entrada de 50 cosas sobre mí, y que más que una afición podría considerarla una religión: el celtismo.
Bromas aparte... me encanta el fútbol, es uno de mis deportes favoritos y el equipos de mis amores es el Celta de Vigo, ir al campo de fútbol cada 15 días es como una religión, da igual si llueve, hace frío o se produce una ciclogénesis explosiva... que yo estaré allí para animar a mi equipo.
Pues bien, el pasado sábado el Celta jugaba en Bilbao, en el estadio de San Mamés Berria y a un par de amigos y a mí se nos ocurrió hacer una escapada en coche a tierras del norte peninsular.
Además de nosotros cuatro, eran cientos los aficionados celestes que se desplazaban desde diferentes puntos de la península en coche y autobús pero el tema es haceros un pequeño relato de tal épica escapada.
Salimos de Vigo de madrugada para llegar a Bilbao a primera hora de la mañana del sábado. Y así fue, vimos el amanecer sobre el Guggenheim y la ría de Bilbao... ¡espectacular!
Empezamos a callejear por Gran Vía, plaza Moyúa, casco viejo, paseo del Arenal, plaza Unamuno y pudimos ver los principales edificios de la ciudad: teatro Arriaga, museo Guggenheim, el ayuntamiento, la biblioteca foral, el puente Zubizuri...
Lo mejor es que en un par de horas puedes visitar la ciudad, eso sí, si quieres una visita más profunda, necesitarás más de 1 día.
En medio de nuestro paseo, nos encontramos con la oficina de turismo y no pude resistirme a entrar y pedir un callejero.
Después de un par de horas, de volver a desayunar por tercera vez y de la comida en un bar de la zona de Pozas, llegó la hora de dirigirnos a San Mamés, visitamos la tienda oficial y nos encontramos con miles de aficionados al fútbol tanto de aquí como de allá... compartimos un par de horas de previa entre cañas, conversaciones y buen rollo (para todo aquel que no lo sepa, ambas aficiones se llevan estupendamente)
En cuanto al resumen del partido, 90 minutos de cánticos, 1 empate y un interior del estadio que quita el hipo. Me pareció impresionante, tanto en acústica como en comodidad, vistas, etc... no en vano ha sido catalogado estadio de 5 estrellas por la UEFA (que para que podáis comparar es como alojarse en un hotel de máxima categoría).
Finalizado el partido y casi sin voz, el buen ambiente se traslado a las calles, Pozas era una hervidero de gente que disfrutaba de la noche entre pintxos, vinos y cañas.
La noche se nos echó encima y nuestro fin de semana todavía no había acabado así que decidimos retirarnos a descansar al Botxo Gallery Hostel situado frente al Guggenheim. ¿qué mejor vista que esta al despertar? Era la primera vez que me hospedaba en un alojamiento de este tipo y he de decir que es básico pero está bien para pasar 1 o 2 noches sin rascarte el bolsillo. Lo mejor de todo... ¡su precio! pagamos 7,95€ por persona en alojamiento y desayuno.
El domingo despertamos y nos fuimos a desayunar de pintxos, había que despedirse de Bilbao por la puerta grande y recuperar fuerzas para nuestra siguiente parada. El domingo no había hecho más que empezar...
¿queréis saber cuál fue la siguiente parada...?
¡en el próximo post os lo cuento!
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